1. He oído por allí una afirmación banal:
Que donde muere el vocablo comienza lo musical.
2. Y con música -se añade- la expresión es muy factible
de aquello que con vocablos es totalmente imposible.
3. Las palabras y las notas son dos formas de expresión.
Con sus puntos de contacto y otros que no lo son.
4. Hay conceptos muy precisos, de estructura racional,
que no pueden enunciarse con sonido musical.
5. Música, danzas y ritmo, constituyen el motivo
de la primera expresión de todo ser primitivo.
6. Después vino el dibujito esbozado sin soltura.
Mucho se tardó en llegar al vocablo y la escritura.
7. Apela a nuestros sentidos la música en general.
Se dirigen los vocablos a la esfera espiritual.
8. El vocablo es flor que adorna los jardines de la mente.
Dispondrá el jardinero del número suficiente.
9. Desde siempre el buen decir me causó mucha impresión.
El desfile de vocablos en su rítmica ilación.
10. Vocablos encadenados que envolviendo pensamientos,
me señalaban caminos templando mis sentimientos.
11. Barbechaban mis neuronas. Como arados de la mente,
convertían mis eriales en tierra para simiente.
12. Es la palabra prolija, de eurítmica arquitectura,
un compendio de conceptos de racional hermosura.
13. Yo me empeño en disfrutar del vocablo solitario.
¡La música está demás! Me basta el abecedario.
14. Mi garganta es instrumento de timbre particular,
al servicio del vocablo que me agrada pronunciar.
15. Soy coqueta del lenguaje. Sólo es mi aspiración,
reproducir lo que pienso con la precisa intención.
16. La ranura de mi boca tiene misión elevada.
Exhalar con nitidez la palabra modelada.
17. Dar forma a la golosina de una palabra serena.
O contundente o muy suave, febricitante o amena.
18. De una palabra incorpórea, tangible y arrolladora,
apasionada, vital, lánguida o arrulladora.
19. ¡No quiero música aquí! ¡Ni siquiera celestial!
La palabra es bendición. Es sustento espiritual.
VERA VALDOR
jueves, 16 de junio de 2011
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