1. Una vez por lo menos en el día,
se me cruza un terrible pensamiento.
Es la muerte que aún no he digerido
cuya proximidad a veces siento.
2. Es misterio insondable el de la vida.
Es mayor el misterio de la muerte.
Aquel que vive sin tenerla en cuenta
es feliz, fue elegido por la suerte.
3. El saber que el camino de la vida
será truncado en forma inexorable,
me niega cualquier goce cotidiano
y transforma mi vida en poco amable.
4. Al verme reflejada en un espejo
no puedo ocultar mi narcisismo.
Aparto la mirada del cristal
sabiendo que me aguarda un gran abismo.
5. En cambio de mi imagen verdadera
triste veo mi aspecto del futuro.
Y huye mi fugaz satisfacción.
Se dibuja en mi rostro un gesto duro.
6. Quisiera ser la rosa de un jardín
que vive con su gracia y su opulencia.
Y que hermosa, petulante, sólo piensa
gozar la brevedad de su existencia.
7. Señor, dame la fe que necesito
para creer que al morir algo perdura.
Que sea la muerte solamente el paso
hacia forma de vida algo más pura.
8. Pensar en una vida perdurable
haría mi existencia placentera.
Mi Señor, no permitas que esta duda
de mi vida sea triste compañera.
9. Que mi espíritu deje mi cadáver
y comience una vida más hermosa.
Cual sale transformada del capullo
y aletea feliz la mariposa.
VERA VALDOR
jueves, 10 de mayo de 2012
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