1. ¡Ay... Si la vida me diera otra vida!...
Yo quisiera vivir otra existencia
para darte mi gran caudal de amor
y gozar plenamente tu presencia.
2. Con una sola vida -es mi desgracia-
mis anhelos de amor tan devastante,
nunca serán del todo satisfechos.
Vivo la frustración de un gran amante.
3. Pues nuestro amor no ha sido desplegado.
Un amor tan proteico, tan profundo,
necesita más tiempo que el común,
el que rige a los seres de este mundo.
4. Afecto de la carne y del alma.
Bendito amor, maravilloso hallazgo
que al vivir su pasión en plenitud,
supo eludir el tedio y el hartazgo.
5. Es una mezcla muy equilibrada
de frenesí, dulzura y de tormento.
De brutal ansia de carnal amor.
De espiritual, profundo sentimiento.
6. Esta tenaz pasión devoradora
se alimenta del tiempo fugitivo.
Este amor adueñado de mi ser
es de mi vida el único motivo.
7. Es por eso que quiero yo pedir
a mi vida me dé una nueva vida.
Para entregar lo que mi pecho abrasa
no alcanzó la existencia ya vivida.
8. Mi carne sepultada bajo tierra
un grito lanzaría desgarrante.
Un grito de pasión y de impotencia.
Brutal aullido de amor crepitante.
9. ¡Ay... Si la vida me diera otra vida!
A mi vera rondando veo la muerte.
Y pienso que al poder vivir de nuevo
procuraría amarte de otra suerte.
10. Sin menoscabar mi pasión sublime,
sin refrenar mi ímpetu carnal,
trataría de hecho y de palabra,
de ser más afectuosa y más cordial.
11. De enmendar trataría mis errores.
Usaría vocablos armoniosos.
Para que no empañase mi torpeza
instantes inasibles tan valiosos.
12. De borrar trataría, cordialmente,
esas manchas conque mi ingratitud
tiznó tus delicados sentimientos.
Pondría en mis acciones pulcritud.
13. ¡Ay... Si la vida me diera otra vida!
Después de haber vivido la experiencia,
con pasión y retoques trazaría
el diseño feliz de mi existencia...
VERA VÁLDOR
viernes, 29 de octubre de 2010
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