jueves, 18 de noviembre de 2010

OI EL RUIDO DE TU MIRADA

1. De tu mirada el ruído ayer oí. Urgida por sonido tan vibrante,
miré hacia atrás y tropecé contigo... Con tu mirar ardiente y anhelante.

2. Advertí en tu mirar gran elocuencia. Un mirar muy intenso y decidor.
Que amonesta, que reta y desaprueba. Que se complace mendigando amor.

3. Mirada inquisidora y opulenta. Se asemeja -diría- a un gran manjar
fabricado con ricos componentes para el más exquisito paladar.

4. Oí la vibración de tu mirada y no pude frenar el movimiento
que hasta enfrentar tus ojos me arrastró, cobijada en un dulce sentimiento.

5. Su parloteo quise descifrar. Conocer el origen fantasmal
de esos párrafos bellos y silentes de brillante factura emocional.

6. La sensual vibración de tu mirar a mi carne llamó a la realidad.
Encendiendo los fuegos interiores que abrasan mi sutil sensualidad.

7. Una chispa visual provocadora que un ardiente deseo me produjo.
Cual si hubiese bebido un elixir, brebaje de algún mago o de algún brujo.

8. Tu mirar me obligó a experimentar mediante su ocular campanilleo,
gran escozor en mi agitada piel, exacerbando mi carnal deseo.

9. Tu mirada elocuente me expresaba tu voraz apetito por mi piel.
Tu ansia incontrolada de sorber de mi cálida boca, dulce miel.

10. Tus congojas de amor se reflejaban en tu par de pupilas acerado.
Y vi que destilaba tu mirar, un candente deseo exacerbado.

11. Me imploraban tus ojos el encuentro de un ardiente contacto de amantazgo.
La convulsión del tálamo nupcial llegando hasta el delirio y el hartazgo...

12. Bello hombre satanesco y retador. Mi pelvis quedó muy congestionada
por el sensual influjo vibratorio que en mí produjo ¡tu febril mirada!

VERA VÁLDOR

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