1. Mi cuerpo, de las palabras no tiene necesidad.
Su natural elocuencia se entiende con claridad.
2. Mis caderas redondeadas piden al observador
que un par de viriles manos las estrechen con ardor.
3. Mi par de piernas proclama querer ser el cinturón
que apriete con entusiasmo la cintura de un varón.
4. Van diciendo claramente mis muy bien torneados brazos
que quieren rodear a un hombre respondiendo a sus abrazos.
5. Es mi turgente garganta un ánfora apasionada.
Quiere por labios viriles ser muchas veces besada.
6. Mi ondulante melena formada por negro pelo
se sacude briosamente como crin de yegua en celo.
7. Mi par de pechos bravíos que titilan al andar,
son toda una invitación sin necesidad de hablar.
8. Mis dos majestuosas mamas que se mueven con mi andar,
piden a gritos un hombre que las sepa acariciar.
9. Húmedo brillo en mis ojos. Es del amor el pregón.
Ver reflejada ellos quieren la figura de un varón.
10. Se mueven rítmicamente las alas de mi nariz.
Es velada invitación para un momento feliz.
11. Mi boca ostenta altanera pequeño rictus nervioso.
Es amable invitación para compartir el gozo.
12. Mi andar suave y ondulante como el de una pantera,
íntimo deseo expresa: ¡Que me hagan vibrar entera!
13. Provocativa, muy suave, la morbidez de mi vientre
pide al hombre de mis sueños que deje en mí su simiente.
14. También expresan deseo mis encantos posteriores.
Que recias manos sujeten sus movimientos y ardores.
15. Además expresa anhelo esta cintura delgada:
Sentir que un varón amante la tenga bien abrazada.
16. No hace falta que mi lengua exprese lo que una siente.
¡Lo estoy pregonando a gritos! ¡Yo tengo un cuerpo elocuente!
VERA VALDOR
viernes, 25 de marzo de 2011
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