1. En mí se dan los opuestos. Y ésto en forma simultánea.
He observado muchas veces esta extraña miscelánea.
2. En un momento me muestro guarnecida de rudeza.
Como hembra muy salvaje ¡exhibiendo su fiereza!
3. Y acto seguido soy un dechado de ternura.
Una mujer delicada que muestra un alma muy pura.
4. A veces soy un felino. Espero a mi hombre en el lecho
como si fuera una fiera que aguardando está en acecho.
5. Y soy a continuación una sencilla gacela
que espera con timidez al amado que la cela.
6. Puedo parecer volcán al descargar mis furores
sobre el hombre apasionado que recibe mis favores.
7. Y ser plácida cual lago de agua tranquila y profunda.
Distensión que ha menester una hembra tan rotunda.
8. Puedo ser la tempestad que al varón lleva al placer.
Y una vez allí llevado puedo a la calma volver.
9. En momento culminante puedo actuar con grosería.
Y comentar lo ocurrido con muy fina picardía...
10. Puedo ser un huracán que sacude con violencia.
Y de inmediato la brisa de imperceptible presencia.
11. Sacudo con estertores mi corporal estructura.
Y cual blanco ibis sagrado me muevo con galanura.
12. En mis abrazos de amor puedo ser una serpiente.
Y una vez pasado el fuego transformarme dulcemente.
13. Una adorable simbiosis de mansedumbre y fiereza.
Extraña combinación de suavidad y rudeza.
14. Son diferentes virtudes que se deben valorar.
En una misma mujer ¡son difíciles de hallar!
VERA VALDOR
viernes, 28 de octubre de 2011
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