1. Cada día de mi vida caigo envuelta en mis enredos.
Son mis enredos mentales que yo bauticé "mis miedos".
2. Me tienen encadenada al muro de la memoria.
Y han impedido en mi vida cualquier amago de euforia.
3. Mis recuerdos son verdugos que en la noche o en el día,
aparecen quedamente para matar mi alegría.
4. Mi gran sensibilidad es para mí una cruz.
Que me hace ver oscuro donde otros ven la luz.
5. Circunstancias muy normales para el común de la gente,
para mí fueron dolores que me amargan el presente.
6. Episodios del pasado que todos borran con gusto,
en mi alma exacerbada son motivo de disgusto.
7. Padezco un miedo ancestral que me tiene a mí cautiva.
Troglodíticos resabios de la mujer primitiva.
8. Le temo al alud de nieve, temor me causa el torrente,
me da miedo el huracán, me aterra la lava hirviente.
9. Miedo a la naturaleza asesina y destructora.
A su poder natural de fuerza estremecedora.
10. Temor a esa pasión, a ese odio ancestral
que invade a todo ser vivo racional o irracional.
11. Temor al destino incierto, carente seguridad
que empaña constantemente mi micro-felicidad.
12. Mi miedo a perder belleza. Que el tiempo y su destrucción
desmoronen lentamente mi poder de seducción.
13. El temor de envejecer. Una constante en mi vida.
Me aterra llegar a ser una vieja desvalida.
14. El temor al más allá. Me preocupa a mí la muerte.
Miedo al incierto destino que me depare la suerte.
15. Temor al tiempo que pasa. Cada triste campanada
nace, suena, vibra y corre para esfumarse en la nada.
16. El miedo de no dormir. Me visita noche a noche.
Desfile de viejos rostros que me miran con reproche.
17. Imágenes enemigas que en contínuo desfilar,
reavivan tristes recuerdos que me impiden dormitar.
18. Miedo a los sueños que invaden mi atribulado dormir.
Reedición de mis dolores que así vuelvo yo a sufrir.
19. El temor a despertar. Y renovar la visión
de esta existencia que arrastro. Inexplicable misión.
20. El miedo a no despertar. Que sea la vez postrera
que decida mi descanso. Y en esa noche yo muera.
21. Miedo al amor inconstante. Al amor que resplandece
como un fuego de artificio que luce y desaparece.
22. Miedo a la maternidad. A que mi hijito querido
caiga en las fauces arteras de este mundo corrompido.
23. Cada uno de estos miedos es motivo de aflicción.
Se entremezclan, me desgarran. Me sumerjo en confusión.
24. ¡Malditos sean mis miedos! Que alteran mis emociones.
Me impiden vivir mi vida el horror de sus visiones.
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25. ¿Ya no me estás escuchando? ¡No te duermas, por favor!
No me dejes aquí sola. ¡Tan sola con mi pavor!
VERA VALDOR
viernes, 24 de febrero de 2012
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