viernes, 9 de noviembre de 2012

YO DESINFLO FANFARRONES

1. Me aconteció días pasados otro caso divertido.
    Con alguien que dijo ser sumamente desprendido.
2. Se acercó en una fiesta. Como yo le sonreí,
    creyéndome presa fácil el lance se tiró allí.
3. No dije ni SÍ ni NO. El hombre empezó a charlar.
    Hablaba de su riqueza y de lo que solía gastar.
4. Parecía un pavo real con las plumas despegadas.
   Y por parecerse más ¡sólo decía pavadas!
5. Me dijo:  "-¿Sabe, m'hijita?...¡Yo soy Fulano de Tal!
    Soy nieto de un Presidente, sobrino de un General.
6. En los mejores lugares soy tipo muy conocido.
    En restaurantes y hoteles soy siempre muy bien servido.
7. En los locales nocturnos mi figura es conocida.
    ¡Pocos me siguen el tren!  ¡Soy el Rey de la Bebida!
8. De mí tienen buen recuerdo las mujeres conque salgo.
    Soy espléndido, mimoso.  Siempre les regalo algo...
9. ¿Qué le parece, preciosa, si salimos esta noche!
    Dígame usted donde vive. Así yo le mando el coche..."
10. Yo elegí el restaurante. Era un sitio muy lujoso.
     Quien servía parecía un mariscal más que mozo.
11. Smoking blanco con guantes y charreteras doradas.
     Una pechera de encaje y botitas charoladas.
12. Ostras, caviar y champaña me abrieron el apetito.
     Seguí ingiriendo y bebiendo sin descansar ni un ratito.
13. Él no paraba de hablar. Mucho alababa su estancia,
     sus caballos y sus yates y su aristocracia rancia.
14. Tenía cochera llena de Rolls Royce y de Mercedes.
      Con trofeos y medallas tapizaba sus paredes.
15. De vez en cuando paraba. Interrumpía el inventario.
     Y me hablaba de la cifra que solía gastar a diario.
16. Tanta fanfarronería lo dejaba sin aliento.
      Pensé llegada la hora de darle un buen escarmiento.
17. Para incrementar la cuenta comí más de lo habitual.
     Y escogía del menú solamente lo especial.
18. Descendió de las alturas una orquesta tropical.
     En una jaula dorada de porte descomunal...
19. Ya estábamos bien repletos. Dejamos de ingurgitar.
     Para hacer la digestión nos pusimos a bailar.
20. El fanfarrón proseguía haciendo alarde todo.
     Yo quería desinflarlo y traté de hallar el modo.
21. Tuve feliz ocurrencia. Lo hice de esta manera:
     Mientras bailaba con él...¡Le quité la billetera!
22. A la mesa retornamos... Llegó la hora de pagar.
     Con aire de suficiencia él buscó su Credit-Card...
23. Pero ya no estaba allí. La tarjeta pagadora
     en ese momento estaba ¡en poder de esta señora!
24. Llovieron explicaciones que de nada le sirvieron.
     Allí no lo conocían y entre tres mozos lo asieron.
25. Entre coces y empujones a la cocina fue a dar.
     ¡No se imaginan los platos que allí tuvo que lavar!  
     ...  ...  ...

26. Ya sé que hice mal, señora...¡No me venga con sermones!
      Es que me divierto mucho ¡desinflando fanfarrones!

      VERA VALDOR  
       

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