viernes, 4 de enero de 2013

TRIQUIÑUELAS DE UNA BUENA ESPOSA

1. Yo les quiero aconsejar -dicho con toda inocencia-
algo para mejorar la conyugal convivencia.
2. Un poco de mi experiencia hoy aquí les narraré.
Disculpen si me equivoco.  Lo digo de buena fe.
3. A mis amigas les pido que me presten atención.
Podrán mejorar en mucho su vida de relación.
4. Son pequeñas triquiñuelas, triquiñuelas de mujer
para atar más al marido y brindarle más placer.
5. Son artimañas sencillas que mi madre me enseñó.
Las aprendió de mi abuela que su abuela le contó.
6. ¡Esto viene de muy lejos!  Es herencia familiar.
Para hacer más placentera nuestra vida en el hogar.
7. Hay dos cosas en el hombre que se deben cultivar:
el placer de la comida ¡y el placer testicular!
8. Digestivamente el hombre es un tubo con extremos:
el de arriba es la boca.  Al de abajo...conocemos.
9. Por la parte superior hay que echarle comidita.
Algo rico, que no añore lo que hacía su mamita.
10. Con cuatro o cinco platitos de esmerada selección,
podrás mantener contento a tu adorado varón.
11. Otro aspecto del placer es cuestión fundamental:
el que tiene por escena nuestro lecho conyugal.
12. Todo lo que es natural no crean que es porquería.
Tenemos competidoras en el sauna o whiskería.
13. Lo que nosotras no hagamos él lo intentará encontrar
en la oficina, el negocio, en la calle o en el bar.
14. Que él no eche de menos alguna otra mujer
que sus ansias varoniles sepa bien satisfacer.
15. Y no usemos el recurso -si estamos muy desganadas-
que nos duele la cabeza o que estamos fatigadas.
16. Si nos duele la cabeza justito en ese momento,
tomemos una aspirina ¡y a disfrutar del encuentro!

     VERA VALDOR

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