¡DEJENME MI FANTASIA!

Es la feria de la vida
de obligatoria visita.
Unos salen agradados
y a los otros les irrita.

A mí en la esfera privada
las cosas me han ido mal.
Y es la feria para mí
un trágico carnaval.

Talvez tuve poca suerte.
Quizá haya sido el destino.
No me resultó agradable
lo que encontré en mi camino.

No pude seguir el ritmo
de la báquica comparsa.
Hipócrita no nací.
Y no me agrada la farsa.

Me obligaron a vivir
en un mundo muy injusto.
No pedí nacer en él.
Y en él me siento a disgusto.

En este túnel oscuro
de rutinario quehacer,
atisbo dentro de mí
un posible amanecer.

En total quietud aparente
-mi imaginación mediante-
a un mundo de fantasía
me transporto en un instante.

Y cual mágico juguete
en un mundo a mi medida,
olvidando el de verdad
dejo transcurrir mi vida.

No quiero lo cotidiano.
En el mundo verdadero
sólo recojo pesares.
A ese mundo no lo quiero.

Mi propio mundo es real.
Lo defenderé a porfía.
¡Por favor, no me lo quiten!
¡Dejenmé mi fantasía!

VERA VALDOR