1. ¿Qué extraña fascinación tiene tu piel para mí?
¿Qué atadura a mí me tiene sexualmente atada a ti?
2. No es amor porque el amor tiene algo espiritual.
Es lo nuestro solamente una pasión animal.
3. Tu tosquedad, tu ignorancia y tu intelectual pobreza,
no me importan. Es tu carne la que a mí me tiene presa.
4. Ni tienes virtud alguna. Personalidad ausente.
Con todos estos defectos ¿Quieres que yo te presente?
5. Tu presencia me avergüenza. Oculto mi relación.
Ante la gente mi orgullo es mayor que mi pasión.
6. Sigamos como hasta ahora. Que el cuerpo saque provecho.
Solamente te conozco cuando estamos en el lecho.
7. Cuando crece mi deseo va quemando mi interior.
Y te busco. No me importa que seas tan inferior.
8. No conozco yo otro hombre que me haga sentir mujer.
Cuando muero de deseo tú me haces renacer.
9. Se calienta nuestra piel. Nuestra carne puesta al rojo
nos conduce al paroxismo hasta que cesa el antojo.
10. Termina el carnal festín. Apagada ya la hoguera,
satisfecha, yo me siento como una mujer cualquiera.
11. Y me deslizo del lecho con la vergüenza infinita
de haber sido usufructuada por un torpe sibarita.
12. Te detesto y tú lo sabes. Y yo me detesto más.
Por ser yo tu fácil carne sé que nunca me amarás.
13. Sólo tus prendas viriles -atracción ineludible-
cuentan en nuestros encuentros. Hacen que sean posibles.
14. Ya mil veces he jurado desprenderme de tus brazos.
¡Mas tu recuerdo me enciende! ¡Y me entrego a tus abrazos!
15. He descendido muy hondo. Ya perdí mi estimación.
Pero existe y le pondré ¡límite a esta situación!
16. En presencia de la gente cuando tú estés delante,
no te ofendas si te ignoro. ¡Eres mi amor vergonzante!
VERA VALDOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario