Mi sentimiento por ti funciona según tu antojo.
Accionas a voluntad mi privado interruptor.
Y me haces sentir por ti o desagrado o amor.
Sabes provocar en mí pasiones irrefrenables.
También puedes generar sentimientos no agradables.
¡Qué felicidad completa! ¡Qué momentos que pasamos
cuando al amor desbocado tu y yo nos entregamos!
Ese amor exagerado... Esa sensación candente
discurriendo por mi sangre cual tea veloz y ardiente.
El afecto que me tienes al renacer con vigor,
de inmediato enciende en mí una gran llama de amor.
En cambio en ocasiones tu modo de proceder
enfría mi sentimiento, lo hace palidecer.
Inyectas en mí , entonces, un acuoso humor helado.
Que en agujas cristaliza y me aparta de tu lado.
Agujetas de dolor que por mi sangre transitan,
generan un resquemor. Mis vísceras no palpitan.
Sólo mi alma en tu amor halla un eficaz consuelo.
Y sólo tú eres causa de desamor, desconsuelo.
Por ti me siento apagada o me siento muy radiante.
Depende de tu actitud: amarga o edulcorante.
Si te muestras poco amable, complacido en ser protervo,
van pudriéndose en mis labios los besos que te reservo.
Ya no te los puedo dar. Acallada mi pasión
es destino de mis besos, la amarga crucifixión.
Besos que por ti nacieron. Hoy les pusiste una cruz.
Yacen en un cementerio... al privarlos de tu luz.
Llevo un cementerio adentro. En un oscuro rincón
mezclados con desencanto en un triste corazón.
Réquiem por mis besos muertos. Perdón para el asesino.
Vivir entre hielo y fuego parece ser... mi destino.
VERA VALDOR
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