domingo, 27 de junio de 2010

Posted by Picasa
Posted by Picasa
Posted by Picasa

SERAS EL ASESINO DE MI VIRGINIDAD

A pesar del momento en que se vive,
mucho tiempo duró nuestro noviazgo.
Un deseo expresaste muchas veces.
Deseo reiterado hasta el hartazgo.

Quisiste tributar tu admiración
a mi carne en completa desnudez.
Y ante tal pretensión muy natural,
yo me he negado una y otra vez.

Es hora de expresarte mis razones.
Yo no quiero ante ti, pecar de ambigua.
Si dices conocerme está muy claro
que pienso en ocasiones, a la antigua.

Mi deseo es llegar al matrimonio
por el camino de la castidad.
Y quiero culminar la dulce senda
llevando intacta ¡mi virginidad!

Y eso será hasta el día señalado.
Cuando el largo noviazgo toque fin,
te ofreceré mi carne tentadora.
¡Con ella podrás darte un gran festín!

Deseo que esa noche así transcurra:
Sin duda te producirá extrañeza
que yo acuda a la cámara nupcial,
ataviada cual monja o abadesa.

Mi cabeza una toca cubrirá.
Y una túnica de suave tela oscura,
mi cuerpo ha de cubrir hasta los pies,
ceñida levemente a mi cintura.

Con recato en el lecho he de sentarme.
Tu serás mi paciente espectador.
Mi rostro tendrá un aire angelical
aunque tu me contemples con ardor.

Mis riquezas verás una por una.
Y con maniobra nada voluptuosa,
te mostraré mi torso marfileño.
Y verás que mi espalda ¡es muy hermosa!

Lentamente hacia ti he de volverme.
Gustarás visualmente de mi pecho.
En tu rostro, sin duda, se verá
el semblante de un hombre satisfecho.

Mi palacio carnal puesto de pie,
exhibirá sus dos fuertes pilares.
Y verás la armonía de sus curvas,
sus muslos, pantorrillas, sus ijares.

Mis dos columnas he de separar.
Y así conocerás mi entrada ardiente,
entrada del hermoso cofrecillo
que tengo reservado a tu simiente.

Al mostrarte mi gruta coralina,
la expresión de una santa en mí has de ver.
Homenaje y respeto que yo siento
que tu simiente debe merecer.

Mi traje monacal ha de caer.
Así podré lucir mi desnudez.
Tu mirada, sin duda, ha de mostrar
destellos de lujuria y avidez.

He de frenar tus ansias varoniles.
Ha de haber en tu abrazo, suavidad.
Dejarás para el fin de nuestro encuentro,
tu carga de viril brutalidad.

Haz de cuenta que tienes en tus brazos,
una escultura en marmol esculpida.
Que merece manejo delicado
pues el roce menor le causa herida.

No has de soltar las riendas de inmediato,
al corcel de tu gran virilidad.
Sé cauto y suave si pretendes ser
asesino de mi virginidad.

VERA VALDOR

sábado, 19 de junio de 2010

SOY BELLA ¡Y BASTA!


Un poeta vanidoso,
con suficiencia machista,
pretendió menoscabar
a la mujer algo lista.

"Sé bella y cállate" -dijo.
Exaltando la belleza,
menospreciando la mente
con muy poca gentileza.

Yo leí a Baudelaire.
Talvez la frase fue dicha
en un rapto irreflexivo
de literaria desdicha.

Al principio me enojó.
Pero mi propia experiencia
me mostró que dicha frase
contenía mucha ciencia.

Suele fastidiar al hombre
la mujer razonadora.
La prefiere vacua, lisa,
romántica y soñadora.

No le agrada la mujer
de relieve cerebral.
Él desea que ella luzca
buen relieve corporal.

Con el objeto preciso
de ganar su voluntad,
me puse a observar al hombre
con atención y frialdad.

Fingiendo interés y agrado
pude observar sus reacciones.
Sus dichos, sus preferencias,
eran para mí, lecciones.

Poco a poco fui reuniendo
masculina información.
La aproveché y ya soy
¡una mujer de ficción!

Cuando un hombre habla conmigo,
lo escucho muy arrobada.
Aunque diga tonterías
de poco valor o nada.

Yo finjo interés extremo
por cualquier banalidad.
Y alabo espléndidamente
la más torpe necedad.

No discuto su criterio.
Ni ningún punto de vista.
Aunque sea harto absurdo
y de tono muy machista.

Solía yo contradecir
la opinión de algún varón,
cuando era un disparate
o no tenía razón.

Ahora cambié mi estilo.
Estoy en todo de acuerdo.
Aunque mi interlocutor
sea hombre...poco cuerdo.

Que con atención lo escuchen
al hombre mucho le agrada.
¡Yo lo escucho con dulzura
fingiendo estar extasiada!

Palabras acaloradas
nuestro encanto disminuye.
A los hombres les molesta.
Por eso que alguno huye.

En este mundo machista
no quiero ser perdedora.
Por eso me muestro frágil,
tontita y encantadora.

Finjo un ingenuo desdén
por los temas substanciales.
La no discusión mantiene
¡las relaciones cordiales!

Esta actitud estudiada
me da muy buen resultado.
Yo soy experta en un arte:
¡Tener al hombre agradado!

Siendo atractiva y callada,
voy alcanzando la meta.
¡Y estoy muy agradecida
a Baudelaire, el poeta!

Vera Váldor

domingo, 13 de junio de 2010

¿FAMA O PRESTIGIO?

Se confunde muchas veces
al usar un adjetivo,
trastrocando un elogio
en algo peyorativo.

Y se tilda de famoso
demostrando poco tino,
a cualquiera conocido
sea sabio o asesino.

La campana de la fama
depende de cómo suena.
Puede haber campana mala
y puede haberla muy buena.

Usar la palabra "fama"
si se usa por sí sola,
cubre tanto al topo Gigio
como a la bebida cola.

Y la famosa bebida
alcanza a nivel mundial
merced a la propaganda,
nivel internacional.

Hay políticos mediocres
que acuden a la memoria,
que tuvieron mucha fama
durante una breve historia.

Hay artistas muy famosos
que de manera casual,
en los brazos de la fama
ocuparon un sitial.

No sognifica "famoso"
muchas veces "calidad".
Debo decir "conocido"
en honor a la verdad.

De por sí el vocablo "fama"
sólo es conocimiento.
Más que un tema intelectual
es custión de sentimiento.

Pero hay una palabra
que no admite discusión.
Es el vocablo "prestigio"
que expresa admiración.

Puede ostentarlo algún sabio,
puede caberle a un artista,
a un filósofo aplicarse
y también a un deportista.

Prestigio es calidad.
No cabe aquí discusión.
Que no puede fabricar
un medio de difusión.

Algún investigador
vive en su laboratorio.
Y goza de gran prestigio
aunque no sea muy notorio.

Es decir, aquí se trata
de alguien muy prestigioso
aunque la TV o la radio
no lo hayan hecho famoso.

No confundamos "prestigio"
con la "fama" mencionada.
Pues detrás de esta "fama"
puede ocultarse la "nada".

Aldo Ventura

¡AY...MORTAL ERES!

Porque puedes dar fin a tu existencia,
porque eres mortal y vulnerable,
porque pueden herirte y destruirte...
este mundo en que vivo, es execrable.

Porque puedes sufrir cualquier quebranto,
porque pueden matarte de algún modo,
por ignorar tu suerte en esta vida...
yo estoy en rebeldía contra todo.

No hallo paz en mi inquieto corazón.
Del azar cotidiano está pendiente.
Vive atento, angustiado y temeroso,
en habitual alerta permanente.

Hostil estoy con todos, contra todo.
Muchas veces lo estoy hasta contigo.
Y este amor que debiera ser regalo,
se vuelve contra ti, como castigo.

Ya no encuentro ni pausa ni sosiego
La muerte, que me era indiferente,
ha tatuado sus garras en mi pecho,
pues es mi pensamiento permanente.

Su imagen oscurece mi existir.
La llevo como peso gravitante
que aplasta cualquier rapto de alegría
quebrantando mi dicha en un instante.

No disfruto tu vida plenamente.
No soy feliz del todo con tu amor.
Te imagino en la fría rigidez
y me hundo en caótico dolor.

Caigo en triste locura, pesadumbre,
ante el torpe misterio de la vida.
Que transforma un conjunto de armonías
en basura vulgar, carne podrida.

Porque es frágil tu efímera existencia,
porque puedes morir en cualquier día,
porque de mí podrían apartarte,
yo vivo contra todo en rebeldía.

Vera Váldor
Posted by Picasa

sábado, 5 de junio de 2010

¡SI FUERA DEL AMOR TODO ES MENTIRA1

Se inquieta alguna gente vanamente.
Ignora la razón de su existencia.
Desconoce el objeto de su vida.
No explica en este mundo su presencia.

Algunos -son los menos- creen saberlo.
Y a sus afanes les ven algún sentido.
Los más, indiferentes, van viviendo
y mueren sin saber porqué han vivido.

Dejando filosóficos alardes,
conozco de mi vida el camino.
Sé bien por donde debo transitar
aunque ignore mi punto de destino.

Yo tengo vocación bien definida.
¡Nací exclusivamente para AMAR!
No me interesa actividad alguna.
Sólo este verbo quiero conjugar.

Y quiero conjugarlo en el "presente".
Amar profundamente, sin apuro.
Recordar mis amores del pasado
para gozar mejor los del futuro.

¡Si fuera del amor todo es mentira!
Seguro que no estoy equivocada.
Si a este mundo engañoso en que vivimos
se le quita el amor... ¡No queda nada!

Interesarse por algunos hombres
es normal en mujer enamorada.
A mí me gustan muchos, demasiado.
Reconozco que soy exagerada.

Mas no puedo con mi naturaleza.
Despierta mi interés con sólo verlos.
Cualquiera, si es del sexo masculino,
es atractivo y quiero conocerlo.

¡Ay, lo sé que nací bien construída!
¿Mi modestia? No sé. Talvez no exista.
Es natural que sea vanidosa.
Les confieso que soy muy narcisista.

Cuando admiro mi cuerpo en el espejo,
me place ver sus formas reflejadas.
Despiertan los deseos masculinos
sus ondulantes curvas bien trazadas.

Me complace sentirme codiciada.
Son ojos varoniles, aguijones,
que se clavan en mí ardientemente
produciendo inefables emociones.

¡Al paroxismo del encanto llego!
Sólo hace falta una viril mirada,
si mira intensamente el que lo hace
y la mujer es hembra bien sexuada.

No prefiero ni joven ni maduro.
Me agrada el hombre de cualquier edad.
El maduro me brinda su experiencia.
El jovencito ¡su fogosidad!

Arde el hombre que cae entre mis brazos.
Le complace de mi llama el lamido.
Siente que mi fuego es el culpable
del instante más grato que ha vivido.

Es motivo de orgullo femenino
que un varón me recuerde como amante.
La mía, que es pasión arrolladora,
perdura solamente un instante.

Pero el fugaz momento de placer,
se vive con profunda intensidad.
No se mide ese tiempo con relojes.
¡Nos evadimos de la realidad!

Pero pasa esa noche. Y la siguiente,
me encuentra entre los brazos de otro amado,
buscando febrilmente en otro lecho
si existe algo, después de lo gozado.

Pues tiene que haber algo más que el goce,
algo que ata con fuerza al satisfecho.
Ese "algo" que una vez hallado, impide
que se siga buscando en otro pecho.

Y en esta noche ¡éso busco yo!
¡Tengo un buen lecho para compartir!
Espero que el varón que en él se tienda
¡al gran placer me sepa conducir!

Pero quiera mi suerte que esta noche,
después de haber quedado bien saciada,
no sienta en mi interior solo simiente,
sino, además, ¡que estoy enamorada!

______ Vera Váldor