ESTOY COMO LA TIERRA RABIOSA

1. Sufro la sed y hambre yo padezco
cual tierra erial, rabiosa y anhelante.
Me calcina la luz de tentaciones
cual soles que se ponen por delante.
2. Hay en mi entraña vida potencial.
Vedado está poderla ejercitar.
Aun no ha aparecido mi labriego
¡el hombre que la sepa cultivar!
3. Cual la tierra salvaje nunca hollada,
en larga espera aguardo al labrador.
Que roture mi tierra calcinada
y la riegue con gotas de sudor.
4. Que libere mis fuerzas en potencia
y cambie mi salvaje condición.
Que sepa apaciguar mi sed ardiente
y trueque en dulce amor lo que es pasión.
5. En mi mundo de anhelos y de urgencias
¡necesito eficaz cultivador!
Que aplaque los ardores de esta tierra
abonando sus surcos con amor.
6. Muy riesgoso es pasar delante mío.
¡Por favor, avisad a los viajeros!
Mi ansia demencial emite a veces,
¡seudópodos enormes, carniceros!
7. Por mi estado peligran muchas vidas.
Les cabría una muerte dolorosa.
Pues debido a mis muchas frustraciones
estoy como la tierra ¡asaz rabiosa!

    VERA VALDOR

 

SOY CIÉNAGA DE FUEGO

1. Provocas fisiológica inquietud.

  Se revuelve mi sangre conturbada.

  Semejante a una ciénaga de fuego,

  me convierto en candente llamarada.

2. Yo quisiera que tú me navegaras

  paseando por mi fuego abrasador.

  Que nadases en este fuego de agua

  que en lava convirtió mi gran amor.

3. Es mi sangre cual lava de un volcán.

   En esa lava no te quemarás.

  Al sentir el lamido de mis llamas,

  de un dulce cosquilleo gozarás.

4. Quisiera que las lenguas de mi fuego

  recorriesen tu piel en plenitud.

  Sobre ti ver caerías de este modo,

  agujas placenteras en alud.

5. Que el cálido placer te recorriese

  por tus flancos, tu frente y tu perfil.

  Que mis ígneas caricias te brindasen

  de un extremo goce, horas mil.

6. Yo quisiera guiar tus movimientos

  al nadar en mi ciénaga de fuego.

  Serías en mis brazos salamandra

  que se prestase a este temible juego.

7. Quisieras que flotaras en mi sangre

  y que tus ojos de mirar tigrino,

  apreciaran el suave movimiento

  del diabólico baile femenino.

8. Yo seré para ti mujer de fuego.

  Semejante a la nieve por su efecto.

  Una nieve que quema, sin quemarse,

  brindando del placer lo más perfecto.

     VERA VALDOR

DE MI ARTESANÍA AMATORIA

1. Mi querido, querido ¡gran querido!
  De mi ardiente pensar eres el centro.
  En detalle me encuentras concertando
  lo que ha de ser nuestro febril encuentro.
2. Ardorosa y amante, reflexiono,
  cómo adornar nuestro amatorio juego.
  Deseo engalanar con nuevo brío,
  la candente pasión de nuestro fuego.
3. Cual hábil repostero del amor,
  viandas preparo con artesanía.
  Variedad de sensuales emociones
  quiero ofrendarte yo en ese día.
4. Sensual artesanía edulcorada
  que pienso desplegar en tu presencia.
  Su dulzura, sin duda, aumentará
  tu vigor habitual y tu vehemencia.
5. Pienso en besos a viandas semejantes
  que anulen el deseo estomacal.
  Despertando el deseo irresistible
  de carácter diverso aunque carnal.
6. Medito en mis entregas de cariño.
  Las pienso con mesura administrar.
  Para que sepan como golosinas
  que en plenitud complacen, sin hartar.
7. A tus suaves mucosas amatorias
  hasta el delirio quiero estimular.
  Con mi repostería carnicera, 
  las fibras de tu cuerpo han de vibrar.
8. Como frutos sensuales de la mar,
  mis caricias en ti se adherirán.
  Mis besos y mordiscos, centelleantes,
  en tu excitada carne escocerán.
9. En mi hornillo mental estoy horneando
  variados besos para tu homenaje.
  Sobre tu amada piel han de imprimir
  los arabescos de un sutil encaje.
10. Me asalta, amado mío, un gran temor.
  Mi sensual proceder es resultado
  de artesanía muy discreta y bella.
  ¿Con ella lograré el fin ansiado?
11. Me temo que mis besos y vocablos,
  mis mordiscos, suspiros y caricias,
  mi estudiada manera de excitar,
  mi suave abanicar con mil delicias..
12...quizá me haga exceder de refinada
  y en lugar de un varón muy exaltado,
  por haber postergado sus ardores
  me encuentre con un hombre adormilado. 

     VERA VALDOR
    

 

LIDERESA DEL AMOR

1. Hablando de liderazgo hay líderes por doquiera.
   En política, en los gremios, en el tema que usted quiera.
2. En política ser líder es cosa harto sencilla.
   Si es usted muy charlatán le irá a usted de maravilla.
3. Deberá usted prometer lo que la gente ha esperado.
   Agregue algo de carisma y los habrá conquistado.
4. Es más o menos lo mismo ser un líder sindical.
   Hay que halagar al obrero y del patrón, hablar mal.
5. Por supuesto no hace falta tener saber muy profundo.
   Aunque tiene sus bemoles no es nada del otro mundo.
6. Lo que en verdad es difícil -yo lo puedo asegurar-
   es ser líder destacado en un arte ¡el de amar!
7. Perdonen mi vanidad.  Dicho con toda franqueza,
   yo soy en cuestión de amor ¡verdadera lideresa!
8. La legión que a mí me sigue por hombres está formada.
   Más de una mujer está a mi legión integrada.
9. Son hombres y son mujeres de muy diversa extracción.
   De diferente nivel, política o religión.
10. Mas todos están de acuerdo en seguir a esta mujer.
   Piensan que soy lideresa a la que hay que responder.
11. Se dirán cómo he logrado adhesión tan numerosa. 
   Es que soy mujer sensual, muy ardiente y muy mimosa.
12. Los que me van conociendo -diría- íntimamente,
   van quedando con mi imagen muy incrustada en su mente.
13. Me hacen mucha propaganda.  Despiertan curiosidad
   en los nuevos candidatos que procuran mi...amistad.
14. La lascivia que yo inspiro, refinada y muy vehemente,
   es fuerza aglutinadora que me va trayendo gente.
15. No solamente mis curvas o mi gracia al caminar,
   generan el entusiasmo que ya no puedo frenar.
16. Es mi forma de expresarme, mi sonrisa, mi mirada.
   Que van dejando a mi paso a la gente entusiasmada.
17. ¿Por qué me sigue la gente? Porque soy antes que nada
   lideresa del amor ¡y mujer enamorada!

      VERA VALDOR

Nota de la Autora:  ¡Lideresa del amor!  Aquí tenéis
otra de mis circunstancias vitales. Un alegre testimonio
de mi vida, no siempre ingrata. V.V.