jueves, 26 de agosto de 2010

¡ QUE CASTIGO SER ACTRIZ !

1. Suelo advertir por doquier
fingimientos y ficciones.
Todo ser está dotado
de histriónicas condiciones.

2. Asociada está natura
a lo que aquí he declarado.
Ella es la primera dama
del histriónico tablado.

3. A veces en pleno invierno
con un frío de nevera,
queda templado el ambiente
como en plena primavera.

4. Y el inocente arbolito
engañado por natura,
hace brotar sus hojitas
haciéndolo con premura.

5. Lo tibio fue una ficción.
Recrudece el duro frío.
Y el arbolito engañado
pierde las hojas y el brío.

6. Para despertar clemencia
en su severo patrón,
el perro finge estar renco
mientras huye a su rincón.

7. Una condición que adorna
la naturaleza humana:
Le resulta imprescindible
la mentira cotidiana.

8. Finge riqueza el que es pobre,
finge el rico su pobreza,
finge el inmoral decencia
y el menguado, su entereza.

9. Admiración por el cuervo
finge la zorra golosa.
Para adueñarse del queso
de la fábula famosa.

10. Finge amor enardecido
interesado galán.
Y adulando a la matrona
tiene asegurado el pan.

11. Yo soy actriz y remedo
las humanas situaciones.
Para fingir lo que debo
no me faltan condiciones.

12. Lloro, río, canto y bailo.
Yo me complazco y me angustio.
Fabrico mi gesto alegre
y lo reemplazo por mustio.

13. Todos esos sentimientos
-los de cualquier ser humano-
los almaceno en mi cuerpo
al alcance de mi mano.

14. Una víscera especial
muy ahita y regoldante.
Con variedad infinita
desde el detrito al diamante.

15. Al repletarse la víscera
necesidad imperiosa
me obliga a su evacuación.
Es situación muy penosa.

16. Como úlcera que drena
virulento contenido,
a borbotones escapa
el fango en mí reprimido.

17. Sensibilidad expresiva,
infinito diapasón...
Así bautizan los otros
a esta exoneración.

18. Triste suerte ser actriz.
Mortificador destino.
Envidiar mi condición
es muy torpe desatino.

19. Esa actriz que llevo adentro
que me causa desazón,
a ultranza quiere vestir
su ficticio corazón.

20. Con arambeles variados,
jirones multicolores
que cubren muchas espinas
y adornan muy pocas flores.

21. Ostento -y es mi desgracia-
personalidad variada,
vitalidad desbordante
a mi labor consagrada.

22. Mas mi víscera especial
-parece ser mi destino-
cargada está de detritos
cual gigantesco intestino.

23. Hoy ya no puedo expresarme.
Me lo impiden mercaderes
que adueñados de mi arte
entorpecen mis quehaceres.

24. No es época de juglares.
No se actúa en cualquier lado.
Hace falta promoción,
sonido, luces, tinglado.

25. No está a mi alcance ese entorno.
Me siento muy restringida.
Por mis intentos fallidos
me acongojo deprimida.

26. Cólicos de arte bloqueados
¡no puedo neutralizar!
Sufrimiento espiritual
que no logro soportar.

27. Siento que vivo enclaustrada
en una sala de espera.
Sufriendo la maldición
de ua bruja muy artera.

28. Ninguna puerta se abre.
Lo intenta mi corazón
utilizando ganzúas
cual si yo fuese un ladrón.

29. Yo llevo una actriz adentro.
¡Es mi víscera exigente!
Quiero arrancarla de mí
y ofrecérsela a la gente.

30. No soporto su existencia.
Con ella quiero acabar.
Triturarla en mil bocados
y a la gente convidar.

VERA VÁLDOR

viernes, 20 de agosto de 2010

COQUETERIA DE LA EMBARAZADA

1. ¡Hoy me siento muy feliz!
Como ayer, como mañana.
Por mi pancita crecida
que mi silueta engalana.

2. Todo el mundo ya lo sabe:
¡Soy mujer embarazada!
Nadie debe reprocharme
si me ven algo zafada.

3. Pues yo nunca pregoné
mis encuentros en el lecho.
Mi maridito es discreto.
Con nadie comentó el hecho.

4. Pero ahora, obligada,
yo soy el pregón viviente
de que en mí ha germinado
su masculina simiente.

5. Y lo exhibo con orgullo.
Con orgullo maternal.
Mi exhibicionista euforia
que ninguno tome a mal.

6. ¡Mi pancita está medrando!
Verla crecer día a día,
desnuda frente al espejo,
acrecienta mi alegría.

7. Una euforia tan intensa
ni al comprar algún vestido
ni en el día de mi boda,
ye recuerdo haber tenido.

8. Es algo muy especial.
Yo que siempre fui coqueta,
para nada me preocupa
ver que pierdo mi silueta.

9. Todo el día estoy de estreno.
Estreno mi gestación.
Late con fuerza y feliz
mi maternal corazón.

10. Y me paseo altanera
luciendo con desparpajo
este fruto de mi amor
calle arriba, calle abajo.

11. Así pregono mi amor
por el hombre generoso
que me regaló esta panza
inundándome de gozo.

12. Mi vientre es una campana
que repica alegremente
celebrando que él y yo
nos amamos dulcemente.

13. Esos problemas del parto
-los que la gente pregona-
no la asustan para nada
a esta panza baladrona.

14. Me siento la Madre Tierra.
Yo con mi maternidad
soy la tierra que pasea
¡triunfal su fertilidad!

VERA VÁLDOR

COQUETERIA DE LA EMBARAZADA

sábado, 14 de agosto de 2010

RECONDITO MISTERIO DEL AMOR

¡Recóndito misterio del amor!...
Fenómeno complejo, incognoscible.
Como ser racional quiero explicarlo.
Definirlo parece algo imposible.
Solamente rescato del amor
aquello que lo pone en evidencia.
¡Yo sólo visualizo los efectos
que provoca el amor con su presencia!
Suelo advertir sus formas exteriores.
Observo como ¡un hombre! -y no cualquiera-
capaz es de exaltar mi ser sensible...
¡Y de adueñarse de mi vida entera!
¿Que efecto fabuloso me provoca
aquel inexplicable sentimiento?
¡Se satura mi ser de fantasía!
¡Y me siento ligera como el viento!
¿Qué es ese ronroneo de mi mente?
¿Por qué ese escozor espiritual?
¿Por qué brinca mi alma esperanzada?
¿Y por qué advierto ese picor carnal?
Quiero saber el cómo y el porqué
se produce en mis centros afectivos,
un estallido de glorioso ensueño
¡que me impulsa a lucir mis atractivos!
¿Por qué caigo en perplejidad muy honda?
¿Qué mueve en mí esa especial mirada
que inicia el gran misterio del amor
y me hace sentir enamorada?
¿Y por qué solamente "esas" manos,
de mi piel la paz, pueden quebrantar?
¡Otras manos en mí pueden posarse
que no producen ese despertar!
¿Posible es que una única mirada
en mí libere tales sensaciones?
¿Que miles de miradas parecidas
no puedan avivar mis emociones?
¿Por qué causa yo quiero recibir
solamente caricias de "sus" manos?
De los otros varones los intentos
de acariciar mi piel ¡son todos vanos!
Yo quedo muy perpleja al no saber
qué es lo que mis nervios ha herido.
¿Qué cosa ha rasguñado hasta mis huesos?
¿Qué es lo que en mi sangre se ha batido?
¿Será ese par de ojos varoniles
de aparente mirar serio y sencillo?
¿Esa mirada en la que yo descubro
la pasión contenida tras su brillo?
Esa mirada deja en mí el trasgusto
que se siente al mascar fruto salvaje.
¡Se acelera el torrente de mi sangre!
Trueco mi timidez por gran coraje.
¿Por qué ese par de ojos poderosos
consigue fatigar mi corazón?
¿Por qué al posarse en mí como al descuido,
trastornan vivamente mi razón?
Yo siento que mi víscera cordial
al calor que produce esa mirada,
se transforma y humea hasta el delirio
convirtiéndose en vianda cocinada.
¡Recóndito misterio del amor!...
¿Dónde hallarlo?... ¿En la mente? ¿El corazón?
¿O será sin encanto solamente
producto de una química reacción?
VERA VÁLDOR