sábado, 25 de junio de 2011

P E C A D O R A



1. ¡Oyeme, Dios! He pecado... ¡Y ya estoy arrepentida!



¿Es posible, Padre mío, que sea así toda mi vida?



2. ¡Me lo he propuesto mil veces! No caer en tentación.



De nuevo vuelvo a caer en la primera ocasión...



3. ¡No es mía toda la culpa Esta culpa es compartida.



Pues me has dado "cualidades" que hacen difícil mi vida.



4. Ya sé que mi cuerpo es polvo y que al polvo he de volver...



Pero lo hiciste atrayente ¡Y yo lo aprendí a mover!



5. Me dicen cuando camino que recuerdo a las palmeras.



Dicen que es muy inquietante el vaivén de mis caderas.



6. ¿Quién esculpió estas curvas que despiertan tanto brío?



¡Yo adoro al escultor! ¡Tú lo sabes, Padre mío!



7. Dicen que mis ojos brillan con destellos de pecado...



¿Acaso soy yo culpable? ¡Tú los has iluminado!



8. ¡Te esmeraste con mi cuerpo! Hacerlo lleno de gracia



y prodigarle atractivos ¡fue para mí una desgracia!



9. Pero mi pesar mayor me lo produce otra cosa:



No poder evitar ser demasiado generosa...



10. ¡Y lo peor, Padre mío! No lo hago por caridad.



Siento hervir dentro de mí ¡una imperiosa ansiedad!



11. Desde mi punto de vista yo nací con mala estrella:



¡Qué buena combinación ser dadivosa y ser bella!



12. Siempre quise ser virtuosa. ¡Y lo intento con denuedo!



Hasta que hierve mi sangre... Ser juiciosa ya no puedo.



13. ¡Eres tú el responsable de que sea apasionada!



Perdona, Dios, mis excesos... ¡Yo quiero ser perdonada!



14. ¡Mi Dios, qué linda es la vida! Mi existencia es placentera.



Otros la viven molestos. Yo la vivo a mi manera.



15. Pero algo existe que empaña el cristal de mi existencia.



¿Cómo, Dios, se te ocurrió añadirnos la conciencia?



16. Pues si no fuera por ella ¡Qué gran vida me daría!



No abría arrepentimiento. ¡Nada a mí me pesaría!



17. Mas no olvidaste el detalle. Y esto sí que es un reproche:



¡Me pusiste adentro un juez que me juzga día y noche!



18. Lo encuentro en mi cigarrillo y en mi vaso de bebida.



Es el tercero del lecho ¡y se mete en mi comida!



19. ¡Ay, si no fuera por él, cuánto, qué feliz sería!...



O quizás por mis deseos de un exceso moriría...



20. Talvez deba agradecer a ese juez de la conciencia.



Pues por él estoy sintiendo dentro mío tu presencia.



21. Invoco, Padre y Señor, tu bondad conmovedora.



Perdona, mi Dios, perdona ¡a esta pobre pecadora!



VERA VALDOR

jueves, 16 de junio de 2011

LA BENDICION DE LA PALABRA

1. He oído por allí una afirmación banal:
Que donde muere el vocablo comienza lo musical.
2. Y con música -se añade- la expresión es muy factible
de aquello que con vocablos es totalmente imposible.
3. Las palabras y las notas son dos formas de expresión.
Con sus puntos de contacto y otros que no lo son.
4. Hay conceptos muy precisos, de estructura racional,
que no pueden enunciarse con sonido musical.
5. Música, danzas y ritmo, constituyen el motivo
de la primera expresión de todo ser primitivo.
6. Después vino el dibujito esbozado sin soltura.
Mucho se tardó en llegar al vocablo y la escritura.
7. Apela a nuestros sentidos la música en general.
Se dirigen los vocablos a la esfera espiritual.
8. El vocablo es flor que adorna los jardines de la mente.
Dispondrá el jardinero del número suficiente.
9. Desde siempre el buen decir me causó mucha impresión.
El desfile de vocablos en su rítmica ilación.
10. Vocablos encadenados que envolviendo pensamientos,
me señalaban caminos templando mis sentimientos.
11. Barbechaban mis neuronas. Como arados de la mente,
convertían mis eriales en tierra para simiente.
12. Es la palabra prolija, de eurítmica arquitectura,
un compendio de conceptos de racional hermosura.
13. Yo me empeño en disfrutar del vocablo solitario.
¡La música está demás! Me basta el abecedario.
14. Mi garganta es instrumento de timbre particular,
al servicio del vocablo que me agrada pronunciar.
15. Soy coqueta del lenguaje. Sólo es mi aspiración,
reproducir lo que pienso con la precisa intención.
16. La ranura de mi boca tiene misión elevada.
Exhalar con nitidez la palabra modelada.
17. Dar forma a la golosina de una palabra serena.
O contundente o muy suave, febricitante o amena.
18. De una palabra incorpórea, tangible y arrolladora,
apasionada, vital, lánguida o arrulladora.
19. ¡No quiero música aquí! ¡Ni siquiera celestial!
La palabra es bendición. Es sustento espiritual.
VERA VALDOR


jueves, 9 de junio de 2011

YO TENGO DEVOCION POR TU PLACER

1. Se tiene devoción por algún santo. Es sentimiento fácil de entender.
Mi devoción se inclina hacia otro lado: ¡Yo tengo devoción por tu placer!
2. Mis órganos me tienen sin cuidado. Descuido personal satisfacción.
Mi cuerpo, mente y alma están atentos a la viril reacción de mi varón.
3. Al vigor genital no me refiero. Por supuesto también está incluído.
Pero presto atención en especial a la actitud de mi hombre estremecido.
4. Mi máquina vital no se estremece. Aunque advierto el bullir de mi ansia loca,
más goce me produce tu mirada u observar el dibujo de tu boca.
5. Complacida recorro tu perfil, la línea de tu ruda anatomía,
la masa muscular en movimiento... ¡Me jacto de saber que es sólo mía!
6. Con exquisita gracia varonil te entregas a tu dulce complacencia.
Mi cuota de placer suelo olvidar por la fuerza que tiene tu presencia.
7. Observo con la lupa de mi alma tus mínimos temblores y emociones.
Y yo me felicito de ser causa de ese carrusel de sensaciones.
8. Yo recibo el resuello de tu boca. Y advierto que mis besos invasores
van despertando en ti nuevos anhelos de descubrir en mí nuevos sabores.
9. Me agrada tu verbal circunspección. Prefiero tu elocuencia genital.
Yo tengo devoción por tu placer que es mi goce mayor, espiritual.
VERA VALDOR

viernes, 3 de junio de 2011

ESTOY ENAMORADA DE MI ARTE

1. Cuando subo a un escenario -lo digo sin presunción-
me dispongo a celebrar una sutil comunión.
2. Comunión espiritual entre usted que está escuchando
y yo que al interpretar, mi corazón le voy dando.
3. Esto que estoy describiendo es final de una cadena
que comienza muy atrás y culmina en esta escena.
4. Primero hay una elección. El texto debo elegir.
Busco alimento adecuado para poderlo ingerir.
5. Porque mi mente, señores, no es un cubo de basura.
No admite que la alimenten con una substancia impura.
6. Lo mismo da buena prosa que un poema bien rimado.
Me interesa calidad. No un texto publicitado.
7. Elegido el alimento me dispongo a paladearlo.
Debe saberme muy bien, digno de memorizarlo.
8. Y lo imprimo en mi memoria. ¡Ahora sí que el texto es mío!
A extraerle sus esencias me dedico con gran brío.
9. Yo vivo con ese escrito un romance verdadero.
Y le dedico mi afán como si fuera el primero.
10. Una vez bien digerido mi alimento intelectual,
lentamente va pasando a la esfera espiritual.
11. Ya mi arte entra en acción. Ahora podré devolver
con palabras y ademanes lo que pude comprender.
12. Buscar el tono adecuado, cada matiz, transiciones.
Lograr que a ese frío texto lo entibien mis emociones.
13. Al servicio de lo escrito pongo mi fuego interior,
mi sonoridad vocal, mi picardía o candor.
14. Gozo durante el ensayo. Y buscando calidad,
trato que intérprete y texto constituyan unidad.
15. Llega el instante sublime. Frente al público ¡ya estoy!
Enamorada de mi arte ¡les entrego lo que soy!
VERA VALDOR
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